Juan Carlos y sus concubinas
Cual si de un jeque árabe se tratara, el número de concubinas que ha poblado el harén del Borbón, supera las mil quinientas. Exagerada o no esta noticia, lo cierto es, que Juan Carlos ha hecho honor a la fogosidad que hizo famosa a esta dinastía por su hipersexualidad y éste ha sido uno de los más claros exponentes del carácter del rey dimisionario: su infidelidad manifiesta en todos los ámbitos de la vida, incluido el matrimonio.
También es cierto que sus juergas y francachelas, siempre tapadas por la Casa Real española, han sido aireadas en numerosas ocasiones por la prensa internacional lo que, en más de una ocasión, ha provocado graves y sonoros escándalos.
Las mil quinientas amantes del rey
La periodista y escritora española, Pilar Eyre, así lo publicó en la pretendida biografía no autorizada de doña Sofía de Grecia y Dinamarca, esposa de Juan Carlos y, por lo tanto, reina de España. Esta polémica biografía lleva por título: “La soledad de la reina”.
A pesar de la poca credibilidad de la que es merecedora esta periodista especializada en airear chismes y rumores sobre personajes famosos ya sean de la política, del espectáculo o de la farándula, lo cierto es que la figura de quien fuera rey de España siempre ha ido acompañada del escándalo sexual cuando no financiero.
Entre las odaliscas –no es un insulto, es un sinónimo- que Pilar Eyre menciona en el citado libro están Sara Montiel, famosa actriz española que deslumbró en Hollywood allá por los años ‘50, la condesa Olghina Micolis de Robilent, la alemana Julia Steinbuch, la actriz española Bárbara Rey, más conocida como la “reina del destape”, y la sensual cantante Paloma San Basilio.
Sin embargo uno de los escándalos que más tinta hicieron correr fue el publicado por Colin Campbell, biógrafa de Diana Spencer, Princesa de Gales, quien aseguró que Lady Di mantuvo dos tórridos encuentros sexuales con el Borbón, uno durante el verano del ’86, el otro, en abril del ’87.
Los aires mallorquines
Entre otras muchas barraganas también figura la decoradora mallorquina Marta Gayá, por quien, el entonces rey, dejó de lado sus obligaciones institucionales en alguna que otra ocasión de tal forma que estuvieron a punto de generar un auténtico problema de Estado tal y como filtrara “accidentalmente” a la prensa, el entonces presidente del Gobierno, Felipe González lo que obligó a Sabino Fernández Campo, secretario de la Casa Real en aquel tiempo, a dar urgentes explicaciones sobre el clandestino viaje que el rey y su amante habían hecho a Suiza sin que el gobierno lo supiera.
Corina y el rey
Bien podría tratarse del título de una película romántica de ficción, sin embrago, en la realidad, se trata de la última -que se sepa- adquisición del harén real y no es otra que la princesa-consorte alemana Corinna zu Sayn-Wittgenstein, cuyo auténtico nombre es Corina Larson, de la que no solamente fue su barragana de turno sino que además fue cómplice de una multimillonaria estafa que, según publicó el prestigioso periodista Jesús Cacho en Vozpópuli el sábado 16 de marzo de 2013, superó los 21 millones de dólares USA, pero este tema merece capítulo aparte por lo que próximamente escribiré sobre ello. Sólo quiero adelantar que Iñaki Urdangarín fue un alumno adelantado de un gran maestro, el rey… de la estafa y los chanchullos.
Comentaba, en un editorial, el periódico español El Mundo, uno de los de mayor tirada en España, titulado “Los caprichos del rey” que “la prensa europea llegó a señalar al rey Juan Carlos “como el soberano casanova o mujeriego en serie y que, al parecer, el monarca tiene una inclinación muy evidente por las mujeres rubias, altas y de una belleza serena. Además le interesa que sean discretas”, recogiendo las afirmaciones que el periodista y locutor radiofónico, Federico Jiménez Losantos, comentaba en su programa diario “Es la mañana de Federico” en la emisora esRadio.
Contaba Losantos que “la princesa alemana Corinna zu Sayn-Wittgenstein, junto a su hijo, vivió durante los últimos cuatro años en una residencia en las inmediaciones del Palacio de El Pardo, uno de los que poseen los monarcas españoles. Allí, en una finca conocida como La Angorrilla, cerrada al público y comunicada en forma directa con el palacio real, dormía la ‘amiga entrañable’ del monarca, quien además tenía guardaespaldas y en el servicio de espionaje, su nombre clave era ‘Íngrid’".
Esta información fue confirmada por el portavoz del Sindicato Independiente de la Policía (SIPE), Alfredo Perdiguero, quien incluso relató que durante los días que pasó en España contó con el apoyo del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y tenía un nombre secreto.
Los detalles de esta relación salieron a la luz después de que 13tv revelase, en febrero de 2013, que Corinna contaba con la protección del CNI, de la Policía Nacional y de la Guardia Civil, según reveló el portavoz del Sindicato Unificado de la Policía (SUP), José María Benito.
El secretario general de esta organización sindical de la Policía, José Manuel Sánchez Fornet, publicó en su cuenta de Twitter que "el nombre en clave de Corinna era Íngrid. Hay muchas minutas sobre ello", –entendido como anotaciones en la ‘terminología policial’– sobre ella.
Esta relación salió a luz pública luego del viaje del rey para cazar elefantes en Botsuana. La caída que sufrió le provocó una rotura de cadera y fue trasladado a España para ser operado de urgencia. Durante este viaje estuvo acompañado por Corinna, quien hasta ese día era una desconocida y después fue señalada por la prensa alemana e inglesa de ser la amante del monarca.
En una entrevista exclusiva concedida a la revista española ¡HOLA!, Corinna reiteró que lo suyo con el monarca es solo una "entrañable amistad".
Fue tal el lugar conquistado por la princesa, que hace ya algún tiempo don Juan Carlos invitó a cenar a sus tres hijos, Elena, Cristina y Felipe para notificarles, de una vez por todas, “la verdadera naturaleza de su relación con ella", señaló un periodista que publicó algunos detalles de esos amoríos.
Corinna, quien es empresaria y exesposa del príncipe Casimir zu Sayn-Wittgenstein, asegura que le dolieron las especulaciones que la relacionaron como amante del rey, ya que en el tristemente célebre viaje de cacería a Botsuana ella acudió con su exmarido y su hijo, y afirmó que no quiere ser una celebridad sino recuperar su anonimato. "No tengo ningún deseo de ser una celebridad. Hablo ahora porque tengo que defenderme, ya que mi silencio se estaba malinterpretando. Estas serán las últimas declaraciones que haga, porque mi deseo es recuperar el anonimato", declaró entonces.
Las damas del rey
Volviendo al tema de la mancebía real, en un impresionante e incisivo artículo que escandalizó a la opinión pública española, el diario alemán Bild citaba los nombres de las mantenidas de Juan Carlos a las que denominaba como “die Damen von König” (“las damas del rey”, en español), a quienes, siempre según ese diario, “recibía en las fincas a las que va cuando se marcha de cacería".
Sin embargo no es esta la única publicación extranjera en atreverse a poner nombre y apellidos a las amantes del que fuera rey de España. Otras publicaciones como el Daily Mail, uno de los periódicos más leídos en el Reino Unido, Point de Vue, en Francia, u Oggi, en Italia, se han atrevido a sacar a la luz lo que a la prensa española se le venía vetando, cuando no censurando bajo presión y amenazas al más puro estilo mafioso.
Cuenta Pilar Eyre, y no es de extrañar, que el matrimonio real se deshizo tras la muerte del Caudillo en 1975 y que desde entonces duermen en habitaciones separadas. Esta noticia saltaba a las ondas en el programa de esRadio antes mencionado y conducido por Jiménez Losantos, en enero de 2012, en el que el locutor le preguntaba a la escritora porqué en su libro afirmaba que “los reyes solo fueron pareja en sentido marital hasta la muerte de Franco", a lo que la citada periodista respondía que “el 22 de noviembre de ese mismo año, dos días después del fallecimiento del dictador, Juan Carlos fue proclamado rey de España y todo cambió. A partir de ese momento, al flamante monarca se le ofrecían todas las señoras de la corte, las artistas y nobles" y añadió a su respuesta que “previendo que esto podría ocurrir, antes de morir, Franco había estipulado un decálogo de conducta para que el rey fuera fiel a la reina”. Dado el resultado evidente de las actitudes extramatrimoniales de Juan Carlos, de poco sirvieron esos consejos durante sus 39 años de reinado.
Inicio de infidelidades: Juanito “pescado in fraganti”
Siempre según la misma autora, declarada persona no grata por la Casa Real, "la primera infidelidad de la que fue testigo la reina fue en enero de 1976" cuando llevaba dos meses escasos como monarca. Fue en una cacería “solo para hombres” realizada en una finca toledana. “Ella, deseosa en saludarlo, decidió sorprenderlo junto a sus hijos. Pero cuando llegó a la casa y entró en su cuarto, lo encontró en la cama con una famosa actriz española.”, cuenta Piar Eyre en su libro en el que añadía "a partir de ahí ya no volvieron a tener intimidad conyugal y han vivido en habitaciones separadas”.
Su abdicación es un auténtico golpe de Estado
Así titulaba su editorial del pasado día 3 de junio, el periódico alemán Bild tras el anuncio del día anterior y en inesperada conferencia de prensa del presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, en la cual anunciaba que “el rey había decidido abdicar en favor de su hijo, el príncipe de Asturias, Felipe de Borbón”. Posteriormente, Juan Carlos declaraba: "Hoy merece pasar al frente una generación más joven y, en este sentido, el príncipe Felipe tiene la madurez y el sentido de responsabilidad necesarios como para abrir una nueva etapa de con el apoyo de la princesa Letizia".
Está claro que la abdicación se ha producido en un momento especialmente delicado y crítico para España y también para la Monarquía, afectada por innumerables escándalos de corrupción especialmente el que salpica a la hija del rey, la infanta Cristina.
En estos últimos tiempos la popularidad y la salud de Juan Carlos han caído en barrena no siendo ya su figura aquella que, en su momento, supo ganarse el respeto y la admiración de algunos españoles, no de todos.
En estos momentos de grave crisis social, económica, y moral, en el que el estado de ánimo de los españoles en general está por los suelos; en una nación donde el desempleo es abrumador, sobre todo entre los más jóvenes, la pobreza va en ascenso galopante y la clase media, autentico sustento de la economía española, ha sido destruida; cuando la credulidad en la política y en los políticos está es sus más bajos niveles de los últimos años y la confianza en las instituciones del Estado está bajo mínimos, hasta el extremo de haberse vuelto a abrir el eterno debate entre monarquía o república; bien puede considerarse que la infame renuncia del Borbón ha sido interpretada por muchos analistas políticos como un auténtico golpe de estado al más puro estilo de las felonías de esta dinastía que lleva la felonía por bandera.
Hoy, la gran esperanza, está puesta en Felipe VI quien en su primer discurso a los españoles afirmó que esta sería una “Monarquía renovada para un tiempo nuevo”… ¡A ver si es verdad!
Fuentes:
www.lacuarta.com/noticias/mundo/
…y muchas, muchas más.
