Un frío Rajoy pasa el trámite y cede el papel de hombre de Estado a Rubalcaba

11.06.2014 11:59

Resultado abrumador a favor de la ley de abdicación aparte, el Congreso ha registrado el último discurso de hombre de Estado de Alfredo Pérez Rubalcaba ante los socialistas, el empeño de Mariano Rajoy en normalizar la sucesión en la Corona y el afán de Josep Antoni Duran de quedar bien con todo el mundo (hoy con Artur Mas). El bloque parlamentario constitucional (PP, PSOE, UPyD, más algunos diputados del Grupo Mixto) cumplió su objetivo de que la Cámara admitiera la renuncia de Don Juan Carlos y pusiera en marcha el relevo por Don Felipe. Al final, 341 diputados presentes, con 299 a favor, 19 en contra y 23 abstenciones incluida la de Odón Elorza. El otro diputado díscolo del PSOE, el mallorquín Guillem García, prefirió ausentarse como los de Amaiur.

El  presidente del Gobierno se ha puesto muy didáctico, con discurso de estricta lectura de texto, sin permitirse casi ni el énfasis en sus pasajes clave. Tan solemne y frío ha estado que sus diputados le han aplaudido en contadas ocasiones y por escasos segundos. Rajoy no ha querido dar a la sesión parlamentaria el rango de debate y se ha quedado en una simple presentación de la ley orgánica preparada por Presidencia para que las Cortes tomen nota de que Su Majestad el Rey ha abdicado.

En la misma clave de aclaraciones se ha extendido en recordar a la Cámara que ahora no se vota sobre la estructura del Estado, ni sobre la sucesión en la Corona. Los españoles ya decidieron en 1978 dotarse de una Monarquía parlamentaria. La voluntad popular plasmada en las urnas en referéndum estableció el mecanismo que se pone en marcha para la proclamación de Don Felipe.

 

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