¿Volvemos a los años 30 tras la sospechosa marcha precipitada de Juan Carlos I?

10.06.2014 11:33

Sospechosa e inesperada es la precipitación con la que se ha producido el anuncio de la abdicación real. Un lunes por la mañana de manera inesperada “de golpe y porrazo”. Cabe un análisis de los hipotéticos motivos que han llevado al Rey a tomar esta repentina decisión.

La versión oficial de los hechos nos habla de que hace ya varios meses que el Príncipe, Rubalcaba y Rajoy conocían la decisión del Monarca. Pero si es así, ¿por qué no se ha ido tramitando la ley orgánica que regula la abdicación de una manera más sosegada, sin prisas, ni urgencias. ¿A qué se deben estas prisas?

El resultado de las elecciones europeas, con el derrumbe del bipartidismo (incondicionales en el apoyo a la Casa Real) y el auge de la ultraizquierda (abiertamente hostiles a la institución monárquica), ha hecho precipitar los acontecimientos. Pero eso sí, el Rey no va a hacer efectiva su abdicación hasta que la ley orgánica que se está tramitando apresuradamente contenga el concepto de “inviolabilidad” para el Rey que abdica; es decir, “el Rey saliente”.

La presión judicial sobre varios miembros de la Familia Real es más que evidente. ¿Ustedes se imaginan si la ley orgánica no recogiera el concepto de inviolabilidad lo que tardaría la ultraizquierda en solicitar responsabilidades judiciales a Don Juan Carlos? Esto, más la incertidumbre sobre el futuro camino político que tome el PSOE tras la elección de su secretario general en julio, han precipitado los acontecimientos.

Hay temor en las más altas esferas a la situación política en España. En vez de afrontar los problemas con firmeza, parece ser que volvemos a los peores tiempos de los años 30 del pasado siglo, cuando el abuelo de Don Juan Carlos huyó de España en el momento político más complicado para España, en vez de permanecer firme y luchar por cohesionar el país. Nadie le dijo que fuera facil, hacía falta trabajo y esfuerzo, incluso dejar la salud en ello si fuera preciso. Pero Alfonso XIII tomó la vía facil (por decirlo suavemente), con la excusa de no ser un estorbo para el gobierno republicano. Recuerden, un régimen republicano surgido de la presión de la izquierda, no de las urnas, no de una votación popular para determinar si el pueblo español quería o no una república.

En esas estamos y la historia podría volver a repetirse.

Cuanta más firmeza es necesaria, más parece ser que cunde el pánico entre una clase absolutamente inoperante frente a los desafíos que se presentan contra nuestra Nación.

La historia se repite.

 

 

Por Francisco Callejas para alertadigital